- México tiene todos los recursos para convertirse en una potencia del sector alimentario a nivel mundial, afirma Tomás Gloria Requena
La economía de nuestro país se construye en gran medida por la producción agroalimentaria; una actividad que se desarrolla gracias a la obtención de recursos naturales y las condiciones que han favorecido al campo mexicano.
En este sentido, es fundamental fortalecer las políticas públicas que la actual administración ha impulsado para el desarrollo del sector campesino en el que México se convierta en uno de los principales proveedores de alimentos del mundo. Sin embargo, el líder de la Federación Nacional de Profesionales y Técnicos FENAPROT, el Mtro. Tomás Gloria Requena considera que “hay una cantidad considerable de desafíos a enfrentar, principalmente que los productores agropecuarios sean más competitivos y con ello aumenten la oferta de alimentos que requiere la población mexicana”.
Bajo estas condiciones, la participación de las mujeres y los jóvenes contribuye a incrementar el proceso de producción de los alimentos y ello se traduce en la generación de ingresos económicos. El Mtro. Gloria Requena considera que “siempre que se impulsen herramientas y conocimientos que diversifiquen las fuentes de empleo e involucren proyectos innovadores, contaremos con un campo más próspero e igualitario”.
En resumen, las fuentes de empleo en zonas rurales, el consumo de productos agroalimentarios, la generación de divisas y la exportación son componentes que México debe explotar para potenciar el papel del campo.