En las pasadas elecciones del 2006, sorprendió a toda la población de Juárez el triunfo del primer candidato independiente a esa alcaldía. Y es que el ex conductor de televisión, Armando Cabada Alvídrez ganó con un mensaje que resaltaba una candidatura fresca que rompía presuntamente con la “partidocracia”.
Cabada no curso la Universidad, ni cuenta con estudios técnicos, incluso presuntamente no termino ni la preparatoria, pero eso no fue impedimento para que ganara los comicios como del estado fronterizo.
Recordemos que si bien a partir de la reforma a las leyes electorales en 2015, la figura de las candidaturas independientes en Chihuahua dio paso a que una planilla de actores buscarán escribir una nueva historia política; en el caso de Ciudad Juárez, la convocatoria este tipo de candidaturas fue emitida con toda la intención de obstaculizar la compartición del poder con representantes populares surgidos por esta vía.
Entre algunas incongruencias estaba la exigencia de recursos económicos para realizar la recolección de firmas, y que se contara con un amplio equipo que se encargue de recabarlas abarcando toda una estrategia logística.
En este escenario, el único aspirante que se mantuvo en el proceso, fue un empresario de los medios de comunicación local, cuya candidatura renunció a los recursos públicos que el organismo electoral podía proveerle.
En su discurso, Cabada planteó una “transformación” política, económica y de bienestar para los juarenses, argumentando que de ganar las elecciones gobernaría con transparencia, honestidad y cero tolerancia a la corrupción.
Sin embargo, durante su campaña, Cabada fue denunciado ante el INE por el PRI quién declaraba que no había entregado su documentación completa y denunciaban actos anticipados de campaña.
Hoy a más de un año de su triunfo y con la búsqueda de una reelección podemos concluir que la campaña independiente que encabezó Cabada es un ejemplo de un discurso de cambio que nunca se concretó.
Los desaciertos en su gestión administrativa, el incumplimiento de compromisos de campaña, los miles de peses solo en contratos de obra pública carecen de procedimientos de licitación pública, lo que contradice su postura de transparencia.
Otro ejemplo claro es el informe “Corrupción en Juárez 2018”, de la asociación civil Plan Estratégico de Juárez, cuyo resultado arroga que el Gobierno Municipal ha perdido hasta 32 millones 455 mil 220 pesos por actos de “mordidas” en trámites y detenciones por parte de la Policía Municipal y de Tránsito.
Mismo que señala el aumento del 10% en la percepción ciudadana de corrupción en la administración de Armando Cabada.
Ante tales resultados, sería interesante preguntar al independiente si las plataformas de transparencia y cumplimiento a los procesos, normas y reglamentos que prometió hoy las puede defender con el mismo énfasis de su campaña.