Manolo Zitle
Sola, sin el apoyo ciudadano, sin la presencia de los líderes de su instituto político, alejada de la gente y hastiada de los medios de comunicación a quienes obstaculizó hasta el último momento, la candidata de Morena-PT a la presidencia municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco cerró su campaña política, donde todas las empresas de estudios de opinión estiman que será la candidata perdedora en la jornada electoral del 6 de junio, hasta con 23 puntos de diferencia.
En el bulevar Xonaca, una de las pocas obras emblemáticas de su administración, la edil con licencia se reunió con sus regidores incondicionales, brigadistas, familiares, amigos y algunos ciudadanos para cerrar su campaña electoral asegurando que será la candidata ganadora, para seguir gobernando el municipio de Puebla por tres años más.
Tras comprometerse a luchar contra la corrupción, la violencia política de género y trabajar por la igualdad de las mujeres, hizo un llamado a una “revolución” en las urnas el 6 de junio para que la ciudadanía ejerza su derecho a votar y pueda continuar con la transformación de Puebla.
Aun cuando Claudia Rivera Vivanco pidió el apoyo de los poblanos el próximo 6 de junio, cuando la gente trató de saludarla o hacerle una petición, la edil con licencia les contestaba “no ahorita, no ahorita, denme tantito chance, denme permiso”, antes de que su brigadistas la aislaran de las personas que querían dialogar con ella.
Al terminar el evento Claudia Rivera se negó a estar con la gente, sus brigadistas no dejaron de abrirle paso para que ingresara a su vehículo y se alejara de su último acto de campaña antes de la jornada electoral, así como de impedir el paso y el trabajo de fotógrafos y representantes de medios de comunicación para evitar ser cuestionada.