México, EU y Canadá son los tres países, entre aquellos que forman la OCDE, que menos hacen uso de impuestos ambientales para incentivar conductas amigables con el medio ambiente o frenar comportamientos contaminantes.
En el reporte “Revisión del desempeño ambiental de Canadá 2017”, recién publicado, se documenta que el ingreso obtenido en 2014 por impuestos verdes del País fue por 0.06 por ciento como proporción del PIB, mientras que en EU fue de 0.7 por ciento y para Canadá, que es el que tiene mejor desempeño, se queda en 1.1 por ciento.
Esto es relativamente bajo al compararlo con el desempeño de otras economías, como Dinamarca, Eslovenia, Italia o Turquía, donde este ingreso ronda el 4 por ciento como proporción del PIB.
Para el promedio de los 34 países que forman la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el promedio de recaudación de impuestos verdes durante ese año fue de 2.28 por ciento como proporción del PIB.
“En países donde hay una alta producción de petróleo y sus derivados, así como el consumo de éstos, los impuestos colocados a combustibles son muy bajos, y otro tipo de gravamen a contaminantes es casi inexistente”, dice el documento.
La OCDE señala que contar con instrumentos como éstos para incrementar la base gravable y no hacer uso de ellos es contraproducente, debido a que tienen dos funciones: primero, el limitar cierto tipo de conductas e incentivar otras que tienen un efecto en la calidad de vida, y, segundo, la pérdida de recaudación.